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Presupuestar en pareja sin discusiones: un proceso en 4 pasos

En este artículo:

La mayoría de las parejas presupuestan al revés, haciendo un seguimiento exhaustivo de cada gasto y discutiendo por cuestiones menores como compras de cafés.

Una buena alternativa es utilizar el sistema que os presentamos en este blog, que consolida ingresos, automatiza la gestión del dinero en cuatro categorías y elimina las discusiones, lo que os permite ir construyendo juntos vuestro patrimonio.

Así, se elimina el control minucioso agotador normalmente asociado a los presupuestos tradicionales: en lugar de llevar el control de cada gasto, decidís de antemano lo que realmente os importa como pareja y luego lo automatizáis todo, para que el dinero fluya hacia vuestras prioridades sin necesidad de decisiones o discusiones diarias.

Funciona porque se centra en grandes victorias, a la vez que entrega a ambas personas total libertad en la gestión de su categorías de gasto personal.

1. Sumad vuestros ingresos y divididlos en 4 categorías 

Dejando así de fiscalizar compras individuales y empezando a gestionar el dinero en sólo 4 categorías, incluyendo gasto “sin culpa” para que nadie se prive de dinero para diversión:

  • Gasto sin culpa (20–35%): incluyendo aficiones, salidas a cenar, ocio, compras personales, …
  • Gastos fijos (50–60%): Alquiler o hipoteca, suministros, seguros, pagos de deudas y otros gastos esenciales (p.e: supermercado)
  • Inversiones (10%): para la jubilación y otros objetivos en común de largo plazo
  • Ahorros (5–10%): para fondo de emergencia y objetivos comunes de corto y medio plazo (p.e: vacaciones)

2. Implementad cuentas conjuntas e individuales

Estableciendo así límites entre responsabilidades compartidas y la autonomía personal:

  • Cuenta corriente conjunta: para la gestión de gastos fijos compartidos (alquiler, suministros, supermercado y otros gastos consumidos por ambos, …)
  • Cuenta de ahorros conjunta: a donde van todos los ingresos destinados a inversión o ahorro. Alternativamente se puede valorar usar una cuenta individual a nombre de quien tenga menores ingresos, para optimizar fiscalmente
  • Cuentas corrientes individuales: para recibir la proporción de gasto sin culpa que corresponde a cada uno, al margen de cualquier juicio o discusión

3. Automatizad al máximo transferencias y pagos

Automatizar convierte el proceso en un sistema que funciona por sí solo, eliminando decisiones y conflictos recurrentes. Estableced:

  • Transferencias automáticas al recibir la nómina, a cada cuenta
  • Pagos fijos automatizados, para evitar estrés y cargos por descubiertos
  • De esta forma, los fondos para el gasto libre de culpa se depositan automáticamente en las cuentas individuales

4. Ajustad según vuestra situación personal

Estos porcentajes no deberían estar escritos en piedra. La vida cambia y vuestro sistema debe poder adaptarse en lugar de convertirse en una fuente de estrés. Por ejemplo:

  • En zonas con alto coste de vida, los gastos fijos pueden llegar a representar un 65-70% del total
  • Cambios importantes como nuevos trabajos, mudanzas o hijos, demandan revisiones inmediatas
  • Si hay deudas, reducir gasto sin culpa temporalmente
  • Las parejas, al inicio de sus carreras, deben priorizar sus inversiones para aprovechar el efecto del interés compuesto