El dinero de verdad no está en la compra ni en la venta, sino en la espera

Presentación de Charlie Munger

Charlie Munger fue mucho más que el socio de Warren Buffett en Berkshire Hathaway. Fue un pensador multidisciplinar, inversor brillante y una de las mentes más influyentes del siglo XX en el ámbito de las finanzas y la toma de decisiones.

Se formó como meteorólogo en el ejército, estudió Matemáticas en la Universidad de Míchigan y posteriormente Derecho en Harvard. Su trayectoria le llevó de la abogacía a las inversiones, campo en el que encontró su verdadera pasión.

Munger era conocido por su enfoque racional, su pensamiento crítico y su obsesión por comprender el mundo a través de múltiples disciplinas: psicología, economía, ingeniería, biología… lo que él denominaba “mente de modelos múltiples”.

Su legado no se mide solo en rentabilidades extraordinarias, sino también en ideas transformadoras sobre la paciencia, el riesgo, la toma de decisiones y los sesgos cognitivos que condicionan nuestra relación con el dinero.

Reflexión sobre la cita

Esta cita recoge una de las grandes lecciones que Munger cultivó a lo largo de toda su carrera: la verdadera rentabilidad proviene de la paciencia y la disciplina. En un entorno donde lo inmediato suele imponerse a lo importante, Munger nos recuerda que la verdadera riqueza no se construye con prisa, sino con paciencia.

Los mejores inversores no son los más activos, sino los más disciplinados. Aquellos que saben identificar valor, actuar con convicción y tener la templanza de esperar, incluso cuando el mercado se vuelve ruidoso.

Desde Multiplo compartimos esta filosofía de inversión. Creemos que escoger activos de calidad y mantenerlos con una visión de largo plazo, actuando en todo momento con racionalidad es la mejor estrategia de inversión. Por eso, hemos creado una plataforma híbrida de asesoramiento financiero —digital, pero con asesores personales— que te sugiere inversiones de calidad y te acompaña durante todo tu viaje financiero, ayudándote en cada momento a evitar errores impulsados por las emociones y a mantener una visión de largo plazo.